La epigrafía nos proporciona información
sobre los diferentes grupos sociales; las inscripciones son testimonios
originales, verdaderos documentos históricos. En los epígrafes aparecen unas
veces como homenajeados, otras como dedicantes, hombres y mujeres que vivieron
en la ciudad y en su área de influencia.
El conjunto de inscripciones es variado y
dentro de la zona oriental del Duero, excluyendo Clunia es el más rico y
complejo. Por ahora cuenta con 66 inscripciones. De ella 55 proceden de la civitas y 11 de su territorio.
El conjunto epigráfico de Uxama comprende,
cuatro dedicaciones honorarias, dos de culto imperial y dos menciones a los
decuriones. Entre sus trece inscripciones votivas hay una a Mercurio Augusto y
cinco a Hércules. Además se conocen desplazamientos de uxamenses a otros
lugares de Hispania como Tarraco, Corduba, Asturica Augusta, Segovia, Complutum, Segobriga, Norba
etc., y a la zona minera del Noroeste.
Conforme al modelo romano, el gobierno de las
ciudades estaba a cargo de unos magistrados locales nombrados anualmente y
colegiados a cuya cabeza estaban los duoviros y también un Senado, la curia
municipal, formada por los decuriones que eran ex magistrados.
A través de la epigrafía de Uxama sabemos
que el Senado local dedicó en el siglo I una estatua a M. Emilio Lepido, gobernador de la provincia
Tarraconense en 14 d.C. y otra base de estatua agradecía al notable personaje
hispano C. Calvisio Sabino las muchas cosas hechas por la ciudad.
La aristocracia indígena, formada por los
viejos clanes poseedores de tierras, ganado y siervos, proveedores de hábiles
jinetes guerreros fue adaptándose a los nuevos tiempos y asimilando nuevos
modos de vida. Sus nombres están romanizados, adoptando nombres latinos pero
conservando aún el gentilicio indígena; muestra de ello es el epitafio
procedente de un sepulcro monumental. No cabe duda de que las personas
mencionadas eran parte de la minoría privilegiada de Uxama. El texto dice:” C.Iulius Barba/rus Medutti/corum C(aii)
f(ilius)/h(ic) s(itus) e(st)”. /Aemilia Acca/ Meduttico/rum Barbari/mater/h(ic)
s(ita) e(st). C(aius)
Labeo/Crastunonis f(ilius)/ Medutticum/h(ic) s(itus) est”. Cayo Julio Barbaro, hijo de Cayo, del
linaje de los Medutticos, Está enterrado aquí. Emilia Acca, del linaje de los
Medutticos, madre de Barbaro, está enterrada aquí. Cayo Julio Labeo, hijo de
Crastuno, del linaje de los Medutticos está enterrado aquí. (Aemilia Acca es la protagonista del relato “la vida
sigue en las ruinas de Uxama Argaela).
Al sector adinerado de la población
no cabe duda de que perteneció Pompeya Moderata, hija de Lucio que en el siglo
II dejó dinero en su testamento para que se
levantara un costoso altar a Mercurio Augusto. El altar era de piedra
pero estaba forrado con planchas de bronce decorado con guirnaldas en relieve y
cabezas de carnero en las esquinas.
Los artesanos se asociaban en collegia. Así lo hicieron los sutores de
Uxama, sastres o zapateros cuya cofradía se menciona en un altar a los dioses
lugoves, una divinidad prerromana protectora de la artesanía. Su Inscripción
dice “Lugovibus/sacrum/L(ucius) Urci/co colle/gio sutoru/m d(ono)”. Consagrado
a los Lugoves. Lucio Licinio del linaje de los Urcicos lo dedicó como regalo
para la asociación de zapateros.
Otro artesano Lucius, hizo un acuerdo
privado, probablemte de hospitalidad con el tintorero Lucio Lucilio
Secundo. Así consta en escritura pintada
con caracteres comunes sobre una tesera en forma de planta rectangular con la
imagen de un conejo en su parte inferior.
En cuanto a los esclavos, conocemos el
nombre de algunos: Nice, esclava de Atilia, del linaje de los Medutticos. La
estela dedicada a Nice, está decorada con signos astrales y se ha conservado en la fachada de una casa.
Los libertos están representados por Valerius Asclepiades y Valeria
Euterpe, los padres de la joven Valeria
Sextina, muerta a los trece años, cuya tumba se señalaba con una estela
decorada con arquerías. Asclepiades y Euterpe serían antiguos nombres de
esclavos de algún miembro de la familia Valeria
que luego los manumitiría.
Los soldados están presentes en
el conjunto epigráfico de la ciudad. Aparece un legionario de la legión VII
Gemina, representado como un legionario de infantería pesada con sus armas, con
un estilo ingenuo y expresivo.