EL Presente de Uxama Argaela


4.1. Identificación del yacimiento

                                   

                                                              Vista aérea del yacimiento
     
La identificación del yacimiento data del siglo XVI. En 1541 consta, en la edición de la “Geografía” de Ptolomeo, editada por Michael Villanoviano (Miguel Servet), la localización de Uxama Argaela en “Osmes”, Osma.

Otra forma de identificación es la constancia de una sede episcopal en Uxama desde el siglo VI, en época visigoda, lo que constataría la permanencia del núcleo urbano.

Finalmente hay que citar la derivación del topónimo Osma a partir de Uxama: Uxama-Oxoma-Osama-Osma.
Anexos III Álbum fotográfico de Uxama
             IV Video del yacimiento

4.2.  Las excavaciones
                           
1.- Precedentes.
     
Uxama fue relegada al olvido hasta el siglo XVIII, en que el padre Florez la incluye en su “España Sagrada” y Loperráez hace una crónica descriptiva de los vestigios que allí se ofrecen y un croquis del yacimiento, pudiéndose decir que es el primer trabajo de Uxama


                                                 Plano del yacimiento de Uxama de Loperráez
    
Las primeras excavaciones se realizaron en Uxama en 1913. Con anterioridad hubo un intento que no logro salir adelante, por parte del Arcediano de Aza F. Perales y Riaza, correspondiente de la Real Academia de la Historia quien en 1885 inicio una excavación de donde extrajo una lápida romana sin que hayan quedado datos sobre el  lugar preciso ni sobre los resultados. Su tarea fue detenida por las autoridades de Osma.
     
De 1913 a 1916 practicó excavaciones en varios puntos Ricardo Morenas de Tejada, autentico adelantado de los trabajos arqueológicos en Soria amigo del Marqués de Cerralbo,  hombre culto y apasionado por el pasado histórico y los restos antiguos. Afincado en Osma y conocedor de la identidad del yacimiento tanto a través de Loperráez como por la obra de Saavedra sobre la vía de Astúrica a Caesarausgusta, invirtió su esfuerzo y su fortuna en exhumar algunos restos de la ciudad.
                          
                                                           

                                                                     R. Morenas de Tejada

En 1913 Morenas  de Tejada excavó en la zona central del yacimiento, en el borde de la cumbre O. que da hacia la vaguada, dos habitaciones de gran superficie, particularmente la más occidental. Estaban pavimentadas con mosaicos en blanco y negro que, a excepción del emblema figurativo de una de ellas conservado en el Museo de San Juan de Duero de Soria, han desaparecido destrozados por la intemperie y el expolio a la largo de decenios. Al año siguiente puso al descubierto un conjunto arquitectónico que interpreto como termas y en 1916 un interesante edificio rectangular compartimentado por dos hileras de soportes con una cripta tripartita en la nave central. Durante 1915 su labor se había centrado en la necrópolis pre-romana de Portugui, al SE de la ciudad, en el margen derecha del Ucero aguas abajo. Aquí excavó varios centenares de tumbas de incineración entre las que destacan por sus ajuares las de la elite. La cronología de eses cementerio se extiende entre el  S.IV y el I a .C.                            
     
La información que ha quedado de los trabajos de Morenas de Tejada consiste en referencias muy sucintas a los resultados en las Memorias e Informes manuscritos, o borradores  de los que enviaba a la Junta Superior de excavaciones para obtener permiso de actuación o para sugerir la protección o compra por el Estado de los materiales extraídos. También quedan breves crónicas divulgativas escritas por su hijo Gonzalo  que incluyen alguna fotografía. No hay planos ni croquis, ni un registro de materiales.
      
Poco después, en 1920,  se realizó una excavación a cargo de Ignacio Calvo. Conservador de la sección de Monedas del Museo Arqueológico Nacional. Calvo conocía la labor de Morenas de Tejada y había sido en cierto modo su consejero. Su actividad fue muy breve y nada más se sabe de ella. Posiblemente se limitase a simples prospecciones efectuadas tras las excavaciones de Clunia.
     En el año 1959, M.A. García Guinea realizo unas breves prospecciones en una casa al SO de la parte alta de la ciudad limpiando un pavimento de mosaico, seguramente uno de los que tiempo atrás descubriera Morenas de Tejada en lo que llamaba una quinta. García Guinea también publicó lo que quedaba de los dos mosaicos aparecidos en la primera campaña de aquél. 
     
2.- Actividades arqueológicas desarrolladas en el yacimiento desde 1976

Las excavaciones.
     
A partir de 1976 se llevan a cabo excavaciones en Uxama, dirigidas por un equipo con un equipo de la Universidad de Valladolid dirigido por  Dª Carmen García Merino conforme a un plan general previo de actuación trazado en 1974 regular.

                                                                  Carmen García Merino
     
El fruto de esa tarea es la exhumación parcial de varias viviendas situadas en diferentes puntos de la ciudad: la casa del sectile, la casa de los plintos y su vecina la casa n.2, la casa de la Atalaya y la casa de la cantera
     
Así mismo se ha puesto al descubierto: parte de dos calles porticadas, un gran depósito de agua publico de planta semicircular, una cisterna rectangular privada, una gran terraza artificial rodeada de pórticos con criptoporticos y sede seguramente de un templo de culto imperial anejo al Foro. La cimentación de un edificio en rotonda. Parte una nueva necrópolis celtibérica por desgracia intensamente expoliada. Finalmente se ha iniciado la limpieza y seguimiento del acueducto.


4.3. El yacimiento arqueológico: restos visibles y visitables
     
El Castro, donde se emplazó la antigua ciudad de Uxama, está situado encima de Osma,  al lado de la carretera N-122 (Soria-Valladolid), a unos 57 km. de Soria.  

                           

                                                             Plano con situación de Uxama
                   

Esta importante ciudad celtibero-romana, que ocupa el amplio cerro de Castro, se identifica en el paisaje por la atalaya islámica que se yergue en el extremo rocoso del cerro. Esta torre vigía formaba parte de un conjunto de atalayas que controlaban la frontera entre musulmanes y cristianos en la línea del Duero. Ahora acondicionada como mirador, es el punto básico desde donde contemplar, no sólo la antigua ciudad, sino, sobre todo, el paisaje circundante, con Osma como heredera directa de la antigua Uxama y, algo más lejos, la amplia llanada fértil, donde se asienta El Burgo de Osma, surcada por los ríos Ucero y Avión, que tienen que abrirse paso, trazando profundos tajos, antes de su unión. Uno de estos cortados es “La Hoz de Peñalavara”, que abierta por el río Ucero a modo de enorme puerta natural, separa el cerro de Uxama del que sostiene el castillo medieval de Osma, recuerdo de la importancia de esta plaza fronteriza, en la Edad Media.

                                                                                      

                                                                     Hoz de Peñalavara
     
La Uxama celtibérica se conoce por los textos antiguos, las monedas que acuñó y los cementerios excavados, pero no quedan restos evidentes en la ciudad.
     
Los restos arqueológicos corresponden a la ciudad romana. que a lo largo del siglo I d C, sobre todo a partir de Tiberio, alcanzará un importante desarrollo reflejado en la expansión urbana y en la aparición de algunos barrios periféricos. Se dotó en ese momento a la ciudad de una estructura urbanística e importantes edificios públicos. Al final del Imperio, la ciudad se amuralla, abarcando su perímetro 28 Has. Estos restos visitables son los siguientes: 

-Un ejemplo de casa alto imperial. La casa de los Plintos o del lampadario

            

                                                                    Casa de los plintos
    
Se encuentra en la zona central de la ciudad, junto al Foro y ocupa casi toda una manzana entre calles porticadas. El apelativo “de los Plintos” se debe a la hilera de bases cuadradas de las columnas, seguramente de madera, que formaban el pórtico de la calle norte. En la parte baja de la fachada, a un lado de la puerta principal, un sillar con un falo en relieve alusivo al dios Priapo, auguraba, no solo a los habitantes de a casa sino también a quienes transitaban por la acera, fertilidad y felicidad.

            

                                                        Relieve con falo alusivo a la fecundida


  A lo largo de seis campañas de excavaciones se han dejado al descubierto los 980m2 de su planta cuyo núcleo original está organizado en torno a un espacioso atrio cubierto. La superficie, desarrollada hacia el oeste, se distribuye en veintisiete habitaciones articuladas mediante pasillos y patios y se completa con un amplio jardín. El atrio cubierto y los pasillos son el resultado de la adaptación de la planta romana clásica al clima frío de la Meseta. De la tradición arévaca se conserva el uso de sótanos excavados en la roca por su utilidad y ventajas térmicas.
   
Fue construida en tiempos del emperador Claudio, a mediados del siglo I d.C. en un solar donde hubo varias viviendas de tipo tardoceltibérco, ocupadas incluso en tiempos de Augusto, y fue destruida por un incendio en la segunda mitad del siglo III. A lo largo de doscientos años de ocupación los suelos, la decoración de las paredes y la estructura general de la casa sufrieron reparaciones y sucesivas reformas que determinan dos fases en su historia. El gran atrio cubierto, con tres vanos al fondo abiertos al tablinum (sala-archivo familiar), es común a las dos fases. En la primera de ellas la superficie era algo menor pero algunas habitaciones eran, en cambio, más amplias y había un peristilo o patio porticado. Las paredes estaban decoradas con bellas pinturas polícromas con motivos geométricos y representaciones de guirnaldas vegetales, aves y alguna figura humana.
     
Una remodelación a finales del siglo I o comienzos del II d.C. dio lugar a la segunda etapa. Con ella algunos espacios se compartimentaron y parte del estilo se cerró para hacer una cisterna y una cocina con hogar de chimenea que servía también de elemento calefactor. La cisterna para el abastecimiento domestico de agua era especialmente útil por que evitaba el acarreo desde las fuentes públicas. Sólo las causas de los acomodados tenían cisterna propia. En esta fase la vivienda disponía de varios dormitorios (cubículos), cocina, comedores-(triclinios) de invierno y de verano, salón de recibir (oecus), una serie de salas de estar privadas para la familia, alguna de ellas con alcoba, un patio donde estaba la cisterna, con un pequeño porche y un banco de piedra y finalmente, un amplio hortus o jardín. Al este una serie de espacios probablemente para la servidumbre y servicios, con un pequeño patio y zona de almacén.            
     
La casa de los Plintos, habitada por gentes de la minoría destacada de la ciudad, ha proporcionado una serie de materiales y objetos del ajuar dignos de mención como  un brasero rectangular de hierro con adornos de bronce que se encontró junto al hogar. Esos instrumentos, de los que se conocen muy pocos ejemplares, no eran sin embargo infrecuentes en las viviendas de alto nivel económico. Servían para caldear las habitaciones, especialmente antes del empleo de la calefacción por aire caliente bajo los suelos (hipocaustos) que se da a partir del siglo III. También se empleaban como cocina portátil.
     
Otro de los enseres más destacados es un bello soporte de pie para lámparas de aceite, un lampadario de bronce que se halló en el atrio. Tiene forma de columna estriada sobre plato trípode de garras de león. En la habitación situada al este del hogar se halló en magníficas condiciones de conservación, bajo los escombros del incendio que destruyó definitivamente  el edificio, el mensaje de la casa: vajilla de mesa, recipientes para guisar, ánforas, contenedoras de vino de la costa tarraconense y salsas béticas.

                           

                                                             Cerámica casa de los Plintos

    
También se encontraron al lado de las cerámicas los restos de un pequeño telar vertical de uso familiar y en el jardín una reja de hierro procedente de una ventana de la habitación con sótano rupestre. La reja es un objeto notable por ser escasísimo el número de las conservadas en todo el Imperio. En Hispania se conocen solamente seis y dos de ellas son de Uxama.
      
Las monedas recogidas en la vivienda a lo largo de sus dos siglos de vida ofrecen un ejemplo de la circulación monetaria de esa época, a escala doméstica. El aprovechamiento de viejas monedas residuales y de fichas para espectáculos para usarlas como monedas nuestra la penuria de numerario de bronce en la primera mitad del siglo III.
Anexo V : relato sobre la vida en la casa de los Plintos, realizado por las alumnas con el título “la vida sigue en las ruinas de la antigua Uxama”

            Restos correspondientes a un posible foro

Se trata de posibles vestigios de una plaza enlosada y pórticos en la zona central de la cima del yacimiento, junto a la basílica donde se unen las dos cumbres al norte del camino de la Atalaya. En fotografías aéreas de esta zona tomadas en primavera se ve en este sector y gracias al crecimiento diferencial de la vegetación, una superficie muy bien delimitada, pedregosa y plana y en uno de sus bordes, precisamente lindando con el lado este de la basílica parece dibujarse una estructura murada semejante a tabernae y en el sur una construcción cuadrangular sobre la que cruza el camino y que recuerda la planta del podio y la cimentación de la cella de un templo. La zona pedregosa prácticamente rectangular mide aproximadamente 35 por 20m, lo que le da unas dimensiones normales para la plaza de un foro.
     
Gracias a las prospecciones geofísicas realizadas con el fin de trazar un plano de las estructuras arquitectónicas conservadas bajo la superficie parece confirmarse la hipótesis de la existencia del foro pues revela el emplazamiento de otra tabernae en el lado oriental de la plaza donde hay además otro edificio.
     
Este conjunto monumental constituiría el segundo foro de la ciudad. El primero es aquel al que pertenecería la terraza porticada y el muro de cierre de la plaza de época de Tiberio, situado al sur de este y aproximadamente a unos 130m de distancia.

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 Restos del foro


El abastecimiento de agua
   
 A mediados del siglo I, Uxama contaba con una serie de sistemas para captar, almacenar y distribuir el agua a la ciudad. El sistema complejo y ejemplar en su género, combinaba cisternas y acueducto.
                               
    En Uxama se localizan un sistema de cisternas para captar, almacenar y distribuir el agua a la ciudad.
                        

                                                                  Cisterna de Uxama
                              
     Además de estas cisternas  exteriores Uxama contaba con un complejo sistema de cisternas subterráneas de planta semicircular.

     Este conjunto, dividido en cinco compartimentos mediante tabiques medianeros está situado en una de las dos pequeñas elevaciones que forman la zona central de la ciudad, la del O en la cota 900m.
                          


                                                           Cisterna subterránea de Uxama
                                                                      
Se trata de una construcción subterránea de encofrado con planta semicircular con cinco compartimentos intercomunicados. Su estructura consiste en dos arcas rectangulares distantes entre sí pero situadas en el mismo eje longitudinal NO-SE. Y entre ellas y al S. una cisterna curva de comunicación dividida en tres departamentos por tabiques medianeros.. 
    
Tras la excavación se procedió a proteger y cubrir la construcción. Por el peligro que representaban para la seguridad humana, dado el carácter subterráneo y la profundidad de las cisternas y por la seguridad y protección de las propias cisternas fue necesario acometer la tarea de cubrición de las partes destruidas de la bóveda y el cierre de los accesos. Ello se consiguió mediante estructuras de metal y uralita trasparente en el primer caso y metal forjado en el segundo. Con ello se ha garantizado la protección del conjunto y su acondicionamiento para la visita.

 Acueducto
     
Un acueducto llevaba agua desde la cabeza del rio Ucero, a unos 18 km, a Uxama; combinaba en su recorrido tramos de canal en tubería con pequeñas presas y tramos excavados en la roca. Del canal rupestre se puede ver la cuneta de la carretera, de Soria a Valladolid, al pie de la ladera Norte, una lucera cilíndrica de acceso (denominada “La Mina”), de 1,20m de diámetro, y parte del túnel y del canal subterránea excavado semicegado. El acueducto abastecía  de agua a la ladera Norte  y Este.

                                   


                                                        Entrada del acueducto a Uxama